Hay varios tipos de recubrimientos y tratamientos superficiales disponibles para tornillos cilíndricos para mejorar su rendimiento en los procesos de moldeo por inyección. Algunas opciones comunes incluyen:
Nitruración: La nitruración, un tratamiento de superficie termoquímico, introduce nitrógeno en la capa superficial del tornillo cilíndrico, generalmente a través de un proceso que involucra temperaturas elevadas en un ambiente rico en nitrógeno. Esto da como resultado la formación de una capa de nitruro endurecido, a menudo de varios micrómetros de espesor. La difusión de átomos de nitrógeno en el sustrato de acero altera su microestructura, aumentando la dureza de la superficie y la resistencia al desgaste mientras se mantiene la tenacidad del núcleo. La nitruración ofrece una resistencia excepcional al desgaste abrasivo, la corrosión y las fallas adhesivas, lo que la hace adecuada para procesar polímeros altamente cargados o corrosivos. La dureza superficial mejorada minimiza la adhesión del material, lo que reduce la necesidad de limpieza y mantenimiento frecuentes. Los tratamientos de nitruración se pueden adaptar a los requisitos de aplicaciones específicas, equilibrando la dureza, la tenacidad y la resistencia a la corrosión para lograr un rendimiento y una longevidad positivos.
Cromado duro: El cromado duro implica la electrodeposición de cromo sobre la superficie del tornillo cilíndrico, creando una capa de cromo densa y altamente adhesiva con una dureza y resistencia a la corrosión excepcionales. Este recubrimiento proporciona una superficie lisa y de baja fricción que reduce el desgaste y la adhesión del material durante las operaciones de moldeo por inyección. El cromado duro mejora la durabilidad del tornillo, extiende la vida útil y mejora la calidad de las piezas al minimizar los defectos superficiales y las irregularidades del flujo. La creciente resistencia del recubrimiento a la abrasión y al ataque químico lo hace particularmente adecuado para procesar materiales abrasivos o corrosivos, lo que garantiza un rendimiento confiable en entornos exigentes. El cromado duro se puede diseñar con precisión para lograr acabados y espesores de superficie específicos, optimizando el rendimiento para diversas aplicaciones de moldeo por inyección.
Recubrimiento de carburo de tungsteno: Los recubrimientos de carburo de tungsteno, aplicados mediante técnicas avanzadas de pulverización térmica, forman una capa densa y altamente adherente de partículas de carburo de tungsteno unidas a la superficie del tornillo cilíndrico. Este recubrimiento ofrece dureza, resistencia al desgaste y estabilidad térmica excepcionales, superando a las aleaciones metálicas tradicionales en entornos hostiles de moldeo por inyección. Los recubrimientos de carburo de tungsteno mitigan eficazmente el desgaste abrasivo, la corrosión y las fallas adhesivas, prolongando la vida útil de los tornillos y reduciendo el tiempo de inactividad para mantenimiento y reemplazo. La microestructura del recubrimiento se puede adaptar a los requisitos de aplicación específicos, optimizando propiedades como dureza, tenacidad y conductividad térmica para lograr el máximo rendimiento y durabilidad. Los recubrimientos de carburo de tungsteno destacan en el procesamiento de materiales altamente abrasivos, incluidos polímeros rellenos de vidrio o minerales, donde los tratamientos superficiales convencionales pueden no proporcionar la protección adecuada.
Recubrimiento cerámico: Los recubrimientos cerámicos, depositados mediante técnicas como pulverización de plasma o deposición física de vapor, ofrecen una excelente resistencia al desgaste, estabilidad térmica y resistencia a la corrosión para tornillos cilíndricos de máquinas de inyección. Estos recubrimientos suelen consistir en óxidos cerámicos, como óxido de aluminio (alúmina) u óxido de cromo (cromia), diseñados para soportar las exigentes condiciones de los procesos de moldeo por inyección. Los revestimientos cerámicos forman una capa densa y duradera en la superficie del tornillo, proporcionando una protección ascendente contra el desgaste abrasivo, la corrosión y la degradación térmica. La dureza y tenacidad excepcionales de los recubrimientos garantizan un rendimiento duradero en entornos desafiantes, lo que reduce la necesidad de mantenimiento y reemplazo frecuentes. Los recubrimientos cerámicos se pueden adaptar a los requisitos de aplicaciones específicas, optimizando propiedades como la rugosidad de la superficie, la adhesión y la conductividad térmica para mejorar la eficiencia del procesamiento y la calidad de las piezas.
tornillo de máquina de inyección