El acabado superficial de un tornillo de barril de aleación está directamente relacionado con su capacidad para resistir el desgaste y la abrasión. En aplicaciones exigentes como el moldeo por inyección o la extrusión, el tornillo está sujeto a un flujo de material, fricción y presión constantes que pueden provocar la rotura gradual de la superficie del tornillo. La superficie lisa minimiza la abrasión al reducir la fricción directa entre el tornillo y el cilindro, así como entre el tornillo y el material procesado. Con el tiempo, esta reducción de la fricción conduce a una menor degradación del material y un desgaste menos frecuente del tornillo, lo que en última instancia se traduce en menores costos de mantenimiento y una mayor vida operativa. Los tornillos cilíndricos de aleación con revestimientos duros, como cromado, revestimientos de nitruro o carburación, están diseñados para mejorar significativamente la dureza de la superficie, aumentando aún más su resistencia al desgaste tanto de materiales abrasivos (por ejemplo, polímeros cargados) como de entornos de alta presión.
El acabado de la superficie es crucial para garantizar el flujo suave y eficiente de materiales a través del tornillo. Una superficie rugosa puede provocar que el material se pegue, lo que provoca un flujo de material inconsistente, una fusión incompleta de los polímeros o incluso bloqueos de material que pueden ralentizar la producción. El acabado de la superficie lisa permite un rendimiento constante del material y ayuda a mantener una distribución uniforme del material a medida que se mueve a través del canal del tornillo. En los procesos de extrusión, un acabado superficial optimizado garantiza que el material permanezca en estado fundido y fluya eficientemente hacia el troquel, lo que reduce el riesgo de atascos del material y mejora la consistencia del producto.
La fricción dentro del conjunto de tornillo y cilindro es una de las principales causas de generación de calor durante el procesamiento de materiales. La fricción excesiva no sólo puede aumentar el desgaste sino también elevar la temperatura dentro del cilindro, lo que puede provocar la degradación térmica de los materiales que se procesan. El acabado superficial de alta calidad del tornillo cilíndrico de aleación minimiza la fricción, lo que ayuda a reducir la generación de calor y a mantener una temperatura de procesamiento más estable.
La corrosión es una de las principales causas de desgaste prematuro en tornillos industriales, particularmente en ambientes donde los materiales que se procesan son químicamente agresivos o donde hay alta humedad o humedad. Un tornillo cilíndrico de aleación con un acabado superficial de alta calidad a menudo se beneficia de recubrimientos resistentes a la corrosión o elementos de aleación que protegen el tornillo del óxido, la oxidación y las reacciones químicas. Se puede aplicar cromado duro, recubrimientos de níquel o níquel químico a la superficie para mejorar la resistencia a la corrosión, incluso cuando el tornillo está expuesto a la humedad, materiales ácidos o alcalinos. Estos recubrimientos ayudan a preservar la integridad del tornillo con el tiempo y previenen la formación de óxido u otras formas de deterioro, que de otro modo podrían provocar un debilitamiento estructural y costosos tiempos de inactividad para reparaciones o reemplazos.
La capacidad de un tornillo cilíndrico de aleación para mantener un sellado eficaz es vital para lograr un control óptimo de la presión durante el proceso de extrusión o moldeo. La precisión del acabado de la superficie afecta directamente qué tan bien sella el tornillo dentro del cilindro, lo cual es crucial para mantener las presiones de procesamiento deseadas. La superficie bien acabada garantiza que el tornillo no pierda material ni aire, lo que proporciona una regulación de presión constante durante todo el proceso. En el moldeo por inyección de alta presión, el acabado superficial preciso ayuda a lograr un ajuste perfecto entre el tornillo y el cilindro, evitando la pérdida de presión, que puede provocar defectos en el molde, formación de piezas inconsistentes o desperdicio de material.